La Pulça es un hogar para niños y adolescentes con discapacidad intelectual, con problemas de salud asociados, y altas necesidades de apoyo.

 

Son niños que provienen de la DGAIA, y no tienen una familia propia que pueda cuidarles, por eso Aspasim, les acompaña y tiene la custodia. Gracias a esta red, hemos podido crecer en un entorno lleno de respeto, atención y aprecio.

 

Hasta ahora han vivido siempre en el mismo piso, pero los herederos han decidido venderlo y tenemos que irnos. En Barcelona no hemos encontrado ningún espacio que se adapte a nuestras necesidades: algunos de los niños tienen movilidad reducida y necesitamos un lugar accesible y adaptado a la normativa actual para que se puedan mover libremente y vivir como todos los demás niños.

 

Ha sido difícil, pero por fin hemos encontrado una gran oportunidad: un local en Hospitalet, propiedad de INCASÒL, que podría convertirse en nuestro refugio. Las condiciones de alquiler son muy buenas, lo que nos daría estabilidad y nos permitiría destinar más recursos a atender a las necesidades diarias de los niños. Pero este espacio necesita una importante reforma para adaptarlo a nuestras necesidades.

 

Se trata de un local de 300 metros cuadrados, cuyas obras y adaptaciones suponen una gran inversión que no podemos cubrir sólo con los recursos actuales.

 

Queremos ser transparentes: como otras muchas entidades sociales, las prioridades de ASPASIM han sido siempre la atención y el bienestar de los niños, y no hemos podido destinar los recursos a una previsión económica para afrontar imprevistos como el que estamos viviendo ahora.

 

Hasta ahora, hemos estado pagando el alquiler a precio de mercado, y la realidad es que no hemos tenido capacidad para ahorrar por si surgían situaciones inesperadas como ésta.

 

Esta reforma no es un gasto que podamos dejar para más adelante; es necesaria una inversión inmediata para poder empezar a hacer realidad este proyecto tan necesario. No podemos esperar subvenciones públicas porque, como sabéis, no disponemos de fondos para anticipar estos costes.

 

Una Fundación amiga, la Fundación Guardiola Sala, ya nos ha hecho una aportación muy valiosa, pero todavía nos falta mucho dinero para completar la reforma.

 

Por eso hacemos un llamamiento a personas solidarias e instituciones comprometidas que puedan aportar su apoyo económico y su compromiso para ayudarnos a cubrir esta reforma.

«La discapacidad aparece cuando una persona encuentra barreras que le privan de una plena participación, efectiva, y en igualdad de condiciones que los demás»

La comunidad Aspasim

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«Aspasim realiza mucho trabajo en los centros educativos, pero la más importante es acompañarnos a hacer una verdadera escuela inclusiva»
Meritxell Aguila maestra de Jesuïtas El Clot
“Hago voluntariado porque quiero estar en la primera línea de la plena inclusión de las personas con discapacidad. Es una satisfacción y supone un aprendizaje constante!”
Jeroni Cano voluntario de la Fundación Aspasim
Aprendizaje conjunto, oportunidades, posibilidades... palabras muy sencillas con un transfondo muy importante, que están en el día a día de Aspasim en las escuelas ordinarias.
Lara Castañón maestra de Jesuïtas El Clot
Sarriá es un barrio más habituado a convivir con la diversidad gracias a tener pisos y talleres de entidades como Aspasim. Disfrutamos del valor de la inclusión y eso nos enriquece realmente.
Marta Montserrat vecina de Sarriá

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